La cadena de frío es fundamental para garantizar la calidad de los alimentos que requieren refrigeración. Es un proceso que comienza desde el momento en que se produce el alimento hasta que llega a su destino final. Durante este tiempo, se debe mantener una temperatura estable y adecuada para evitar la proliferación de bacterias y otros microorganismos que pueden ser perjudiciales para la salud pública.
Pero, ¿cómo saber si se ha roto la cadena de frío? Desde Nelsan Alimentaria, te damos algunas señales a tener en cuenta para detectar si ha habido algún fallo en el proceso.
Indicadores para detectar que se ha roto la cadena del frío
En ocasiones pueden surgir imprevistos que rompan esta cadena del frío, y es importante saber identificarlos para asegurarnos de consumir alimentos en perfectas condiciones.
Olor y sabor extraño
Uno de los principales indicadores de que se ha roto la cadena de frío es el olor y sabor extraño que pueden tener los alimentos. Si notas que el olor y sabor de un alimento es diferente al habitual, es posible que no haya sido almacenado a una temperatura adecuada.
Cambio en la textura
Otro indicador es el cambio en la textura del alimento. Los alimentos refrigerados o congelados pueden cambiar de textura cuando se han descongelado y vuelto a congelar varias veces debido a cambios de temperatura.
Cambio en el color
El color también puede ser un indicador de una ruptura en la cadena de frío. Si notas que el color de un alimento es diferente al habitual, es posible que se haya expuesto a temperaturas inadecuadas durante demasiado tiempo.
Fecha de caducidad
Es importante revisar la fecha de caducidad de un alimento antes de consumirlo. Si este ha sido almacenado de manera inadecuada, la fecha de caducidad puede no ser válida.
Temperatura de almacenamiento
Si tienes dudas sobre si se ha roto la cadena de frío, revisa la temperatura a la que se ha almacenado el alimento. En el caso de los alimentos refrigerados, lo ideal es que estén almacenados a entre 0 y 5 grados. Los alimentos congelados deben estar a -18 grados o menos.
Cómo debemos tratar los productos congelados
Al manipular alimentos congelados, se deben seguir buenas prácticas de higiene. Lávate las manos antes y después de tocar los alimentos y utiliza utensilios limpios para evitar la contaminación cruzada. Es importante evitar descongelar y volver a congelar los alimentos, ya que esto puede comprometer su calidad y seguridad.
La descongelación de los alimentos debe realizarse de manera segura. La forma más recomendada es descongelarlos en el refrigerador, ya que esto permite un proceso lento y controlado. También se puede utilizar el microondas en modo de descongelación o sumergir los alimentos en agua fría, cambiando el agua cada 30 minutos. Es importante evitar dejar los alimentos a temperatura ambiente durante mucho tiempo, ya que esto favorece el crecimiento de bacterias.
Además, es necesario tener en cuenta los tiempos de almacenamiento recomendados para los productos congelados. Aunque los alimentos pueden mantenerse seguros a nivel de congelación indefinidamente, su calidad puede deteriorarse con el tiempo. Por lo tanto, es recomendable consumir los alimentos dentro de los plazos indicados en el empaque o seguir las instrucciones del fabricante.
Al preparar los alimentos congelados, es importante seguir las instrucciones del envase. Algunos productos pueden requerir cocción específica o tiempos y temperaturas determinados. Esto garantizará que los alimentos se cocinen de manera adecuada y eliminen posibles microorganismos presentes.
Si quieres saber más sobre este tema, nuestra compañera Gema Diaz habla sobre la cadena del frio y cómo debemos tratar los productos congelados en el programa de TVE, La Mañana. Como expertos consultores alimentarios, ponte en contacto con nosotros y te asesoraremos en todos los procesos alimenticios para que tu empresa cumpla con todos los requisitos necesarios para su venta y consumo.